A días de cumplirse un nuevo aniversario del ataque terrorista contra la sede de Pasteur 633, AMIA presenta un video que busca mantener viva la memoria y renovar el pedido de justicia.

“En noviembre de 1994, pocos meses después del atentado, AMIA organizó un recital solidario. Luis Alberto Spinetta creó entonces un texto que hoy, 24 años más tarde, a pedido de AMIA hice canción.”

Estas son las palabras iniciales de “Abro los ojos”, una de las realizaciones audiovisuales que AMIA ideó en el marco del aniversario N° 24 del ataque terrorista perpetrado por el fundamentalismo islámico.

Las pronuncia Gabo Ferro, el cantante, autor y compositor que AMIA convocó para musicalizar el poema inédito que Spinetta escribió en aquel año, en ocasión del concierto realizado en Obras Sanitarias, para recaudar fondos para la reconstrucción de la institución, y rendir homenaje a las 85 personas que murieron en la masacre.

En su compromiso permanente por mantener viva la memoria, generar acciones contra el olvido y renovar el pedido de justicia, AMIA decidió -con el consentimiento de la familia de Spinetta- musicalizar su poema.

Elio Kapszuk, responsable de la idea y productor general de la realización, califica como “enorme” el desafío creativo que implicó trabajar a partir de un texto escrito no sólo por una de las leyendas indiscutidas del rock nacional, sino por alguien que ya no está.

“Con la aprobación de la familia de Luis Alberto, avanzamos en concretar un viejo sueño que siempre tuvimos”, relata Kapszuk. “Desde 1994 conservamos el texto, y siempre anhelamos poder hacer algo más con él. Se trata de un mensaje que escribió, por pedido nuestro, porque a cada artista que participó de ese mítico recital, AMIA le pidió un mensaje para leer antes de su set”, recuerda el productor general.

Bajo el lema “Por la reconstrucción y para no perder la memoria”, el festival de Obras convocó a figuras de la talla de Fito Páez, Fabiana Cantilo, Andrés Calamaro, Juan Carlos Baglietto, Patricia Sosa, entre muchos otros.

“Spinetta hacía un par de años que no se presentaba en los escenarios, pero cuando lo convocamos dijo que sí de inmediato, que era un honor para él participar, y se comprometió desde el inicio con el concierto,” señala Kapszuk.

Poéticas, bellas y precisas, las líneas que entonces Spinetta escribió hoy se transformaron en una hermosa canción, musicalizada e interpretada por Gabo Ferro. Todo el proceso creativo que AMIA realizó junto con Ferro se condensa en una delicada pieza audiovisual, dirigida por Fernando Szurman, que puede verse y compartirse desde las redes sociales de AMIA. En Facebook: AMIAonline; en Twitter: @InfoAMIA y en Instagram: AMIAonline.

“AMIA tuvo la generosa consideración de invitarme a poner música al texto que Spinetta les dedicara en 1994”, explica Ferro. “Un compromiso que honré, entre otras formas, respetando cada coma – en un texto no pensado originalmente para ser canción – y buscando en sus propias respiraciones, músicas y gestos para construir, junto a los míos, esta canción para celebrar la memoria”.

El video de “Abro los ojos” cierra con el mensaje que Spinetta brindó al finalizar su participación en el recital organizado para ayudar a reconstruir la AMIA, en noviembre de 1994. Dijo el músico en esa oportunidad:

“Ustedes saben que acá no queda ningún espacio ni para egos, ni para otras estupideces, sino para luchar por una humanidad que se niega a comprender la importancia de la paz. Esta adhesión, en forma personal, aparte de dedicarle con todo amor a todos los damnificados por este atentado horrible, y por cualquier comunidad cuyos hogares, cuyos hijos se ven amenazados, donde los niños no son tenidos en cuenta, donde el odio, el resentimiento, la venganza ancestral superan la barrera del raciocinio, ya no es una cuestión de judíos, árabes o maoríes se trata de la vida en el planeta tierra.”

La realización de “Abro los ojos” fue posible gracias al apoyo de Fundación IRSA, Grupo INSUD, DESA – Desarrolladora Energética S.A., Laboratorio ELEA, y La Pirada.


Poema de Luis Alberto Spinetta

Abro los ojos, ya todo pasó.
Solo quedan sin resolver los reflejos de las miradas
que se han perdido entre nuestras cosas más queridas.
Abrazados como estábamos, no percibíamos el infierno.
Yo creí, por un instante, que podría olvidar el dolor.
Al intentarlo vi la sonrisa de unos niños.
No tenían banderas, ni ejércitos.
Todo aquello que nos separaba, desapareció.
Solo quedamos esperando una sonrisa, un gesto.
Ese silencio hace despertar en nosotros la esperanza
de que tal vez, un día, ya no existan los enemigos.
Abro los ojos, ya todo pasó.