
Para la tradición judía es muy importante visitar el lugar de descanso de nuestros seres queridos ya fallecidos antes de las “altas fiestas”. Desde la Jevra Kadisha de AMIA se destaca la relevancia de esta costumbre, especialmente en los días previos al inicio del año judío, Rosh Hashaná, que comienza el 1º de Tishrei en el calendario hebreo (que este año es el 9 de septiembre).
«Según las fuentes bíblicas y talmúdicas, la vida en este mundo es un paso hacia la eternidad. Por eso, en el idioma hebreo no existe la palabra cementerio: se lo llama Beit Hajaim o ‘casa de la vida'», explicó Pablo Juejati, secretario de Servicios Comunitarios, en la edición del pasado domingo en Shalom AMIA.
Nuestros sabios enseñan: “¿Por qué se visitan los cementerios en los ayunos públicos? Pues deseamos emparentarnos con los muertos para que estos pidan por nosotros misericordia”.
También aluden a la tradición de orar ante la tumba de grandes personas para que intercedan por nosotros ante el Todopoderoso: “¿Por qué permanece oculto el sepulcro de Moshé? Pues era sabido para el Eterno que en un futuro el Sagrado Templo se destruiría y los hijos de Israel se exiliarían de su tierra, y si concurriesen ante la tumba de Moshé pidiendo que ore por ellos, Moshé clamaría ante el Eterno y anularía los decretos que pesan sobre sus hijos, pues los justos son más apreciados en muerte que en vida”.
AMIA administra los cementerios comunitarios de Liniers, Berazategui, Ciudadela y La Tablada, tarea fundacional de la institución que resulta clave para la continuidad de la vida comunitaria, pues el aporte que realiza cada familia para honrar la memoria de un ser querido se destina a fortalecer las iniciativas solidarias, educativas y culturales que lleva adelante la entidad de forma cotidiana.
Para conocer los horarios de encendido de velas y las fechas en las que no se puede concurrir a cementerios, ingresar al Luaj 5778 haciendo clic aquí.
Para consultas, escribir a jevrakadisha@amia.org.ar