La alegría de las fiestas judías también fue compartida por los residentes de Lagur, el hogar de AMIA para personas en situación de vulnerabilidad. Allí celebraron el año nuevo, Rosh Hashaná, y la fiesta de las cabañas, Sucot, acompañados por miembros de la comisión directiva de AMIA, profesionales del Servicio Social y el donante que cedió la casa para el proyecto.

El evento, realizado el 27 de septiembre pasado, permitió a los presentes conectarse espiritualmente con estas dos festividades que celebran el comienzo de un nuevo ciclo y el contacto con las tradiciones y leyes sagradas provistas por el Creador. La actividad comenzó con las bendiciones del rabino Coss, quien invitó al donante a realizar las brajot. Luego todos participaron del amasado de Jalá con las indicaciones del chef Nelson Wejkin.

Amasado de Jalá con el chef Nelson Wejkin

“El acceso a una vivienda digna es uno de los derechos que promueve el área de Servicios Sociales de AMIA en pos de la justicia social y la igualdad de oportunidades”, explicó Fanny Kohon, coordinadora general de Programas Sociales de AMIA. “En esta ocasión, brindamos por un nuevo año de Lagur, proyecto que ofrece una mejor calidad de vida a personas en situación de vulnerabilidad”, destacó.

El edificio de Lagur cedido por el donante, quien además colabora con el proyecto desde 2015, está ubicado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y hospeda a 10 familias que se encontraban en situación de extrema precariedad, marcadas generalmente por lazos familiares deteriorados e inestabilidad laboral. Lagur cuenta además con el apoyo del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES).