
A 25 años del atentado a la AMIA, el miércoles 17 de julio se inauguraron los tres murales gigantescos que, por iniciativa de la institución, rendirán homenaje permanente al personal del Hospital de Clínicas por su compromiso y asistencia a los heridos, tras el ataque terrorista contra la sede de Pasteur 633.
El acto de inauguración contó con la presencia y las palabras del Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta; de Alberto Edgardo Barbieri, rector de la Universidad de Buenos Aires (UBA), institución de la que depende el Hospital de Clínicas; del presidente de AMIA, Ariel Eichbaum; y de Luis Sarotto, quien en el momento del atentado se desempeñaba como Jefe de Guardia del Hospital.
“Por su cercanía con la AMIA, el Hospital de Clínicas fue el lugar que recibió a la mayoría de las personas heridas tras la explosión de la bomba”, remarcó Eichbaum. “Mientras que sobre la calle Pasteur nos enfrentábamos a la cara más nefasta de lo que el hombre, cegado por el odio irracional, puede llegar a cometer, a pocos metros de la AMIA el personal del hospital demostraba la contraparte de ese horror. En plena emergencia, sus profesionales ponían en práctica la solidaridad, la atención, el cuidado al prójimo, y la defensa del valor de la vida”, remarcó.

LA MEMORIA EN EL ESPACIO PÚBLICO
A partir de un acuerdo alcanzado entre AMIA y la Universidad de Buenos Aires (UBA), con el aval del Hospital de Clínicas “José de San Martín”, la Facultad de Medicina de la UBA, y el apoyo de los ministerios de Cultura y de Desarrollo Urbano y Transporte del gobierno porteño, esta nueva acción de recordación, -que implicó un gran trabajo de articulación para llevarla adelante-, propone un impactante ejercicio de memoria colectiva en el espacio público, para denunciar el olvido y la impunidad.
Con idea y curadoría de Elio Kapszuk, director de Arte y Producción de AMIA, los murales –ubicados sobre la calle Uriburu entre Paraguay y la avenida Córdoba- fueron pintados por “El Marian”, Martín Ron y Mariela Ajras. Cada uno de los artistas, se enfocó en diferentes momentos relacionados con el atentado a la AMIA: la destrucción causada, la respuesta del hospital ante la tragedia y el pedido de justicia.
Con esta obra, se finalizó el llamado “Corredor de la Memoria” que comienza en la renombrada estación de subte B “Pasteur-AMIA” y continúa por la calle Pasteur con 85 árboles con los nombres de cada una de las víctimas y el “Muro de la Memoria” inaugurado en 2018.
“La memoria necesita de conmemoraciones, pero también de creaciones de lugares para recordar. Sin estos lugares, que representan una conmemoración en el propio territorio, el paso del tiempo borraría las marcas de las tragedias casi en forma instantánea,” advierte Kapszuk.