Cuarenta y cinco minutos después del ataque perpetrado por un coche bomba, el 18 de julio de 1994, en la sede de Pasteur 633, personal de Cruz Roja Argentina ya se había hecho presente en el lugar para asistir a los heridos, ayudar a la gente a evacuar el lugar y coordinar la circulación de las ambulancias, entre otras tareas de contención que debieron realizar.

En un nuevo aniversario del atentado, su personal decidió expresar su acompañamiento en el reclamo de verdad, justicia y memoria, y visitar la sede de la AMIA para dejar testimonio del horror vivido 25 años atrás, y cómo la ayuda brindada representó la contraparte de la barbarie desatada.

Anita Weinstein, sobreviviente del ataque terrorista, fue la encargada de recibir a Antonio López, instructor de Primeros Auxilios de la Cruz Roja, y Paolo Bruno, director de Gestión de Riesgo, quienes recordaron los trabajos de asistencia que realizaron en el lugar. Sus testimonios quedaron grabados en un video que Cruz Roja compartió en sus redes sociales el 18 de julio pasado.