En el museo de Elvis Presley, anexo a la casa de dos habitaciones en la que nació en 1935 en Tupelo, Mississippi, los visitantes podrán ver todos los objetos que rodearon al artista en sus primeros años de vida hasta convertirse en una estrella. Hay guitarras, fotografías de su infancia, discos, trajes que uso en sus shows, entre otras cosas. En medio de todos los artefactos del Museo de Elvis Presley, hay algo sorprendente, una Menora dorada con nueve velas de Jánuca. ¿Es posible que el gran icono cultural del siglo XX tuviera ancestros judíos?

Todo indica que la bisabuela materna de Elvis, Nancy Burdine, era judía. Su hija dio a luz a Doll Mansell, quien dio a luz a la madre de Elvis, Gladys Smith. Esto, de acuerdo con la ley judía que transmite el linaje judío a través de la madre y técnicamente convierte a Elvis en un judío.

Si bien Elvis tenía conciencia, e incluso estaba orgulloso de sus orígenes judíos, no hay ninguna evidencia de que alguna vez haya practicado la fe. La casa de Tupelo está en el centro de un parque de 6 hectáreas que incluyen el “Camino de vida”, una serie de bloques de concreto que registran cada año de la vida de Elvis. Al lado de la casa se encuentra el Museo Elvis Presley, que contiene objetos relacionados con la legendaria carrera de Elvis, entre ellos la Menorá.

Elvis tenía 13 años cuando él y sus padres partieron de Tupelo hacia Memphis. Allí, los Presley vivieron debajo de la familia del Rabino Alfred Fruchter de la Congregación Beth El Emet. El hijo del rabino, Harold y las dos familias se volvieron buenos amigos. La madre de Harold a menudo invitaba a Gladys, la madre de Elvis, a beber café. En 1954 Elvis grabó su primer disco: “That’s All Right”, en la compañía grabadora Sun de Memphis. Pero los Presley no tenían un tocadiscos. Harold dice que Elvis pidió prestado el tocadiscos de los Fruchter para que sus padres pudieran oír la canción.
En un momento, Elvis trabajó para el Rab. Fruchter como un “goy de Shabat”. Él efectuaba ciertas labores que la ley religiosa prohíbe a los judíos hacer en Shabat, tales como encender o apagar las luces.
“Mis padres nunca tuvieron el menor indicio de que Elvis podía llegar a ser judío”, afirma Harold. “De haberlo sabido, nunca hubieran considerado pedirle que trabajara en esa posición”. Cuando su madre, Gladys, falleció en 1958, él se aseguró de colocar una Estrella de David en su lápida en el cementerio de Memphis, en honor a su linaje judío.

Después de la muerte de Elvis en 1977, Gladys fue trasladada a Graceland. Su nueva lápida, sin contar con la atención de Elvis, no tiene la estrella judía. Hacia el final de su carrera, hay varias fotos de Elvis en sus conciertos luciendo una cadena con un JAI (vida en hebreo). De hecho, muchas veces dijeron que la noche que murió tenía puesto un jai y una cruz. En Memphis, Elvis era miembro del Centro Comunitario Judío y donó dinero a varias organizaciones judías, incluso u$150.000 para la Academia Hebrea de Memphis. Él estaba muy cerca del pueblo judío, especialmente en Memphis. Siempre los trató muy bien y también la comunidad lo trató muy bien a él.

Se cree que el “Coronel” Tom Parker, el empresario holandés encargado de la carrera de Elvis, no quería que las raíces judías de su cliente se dieran a conocer, porque pensaba que eso podía ser considerado algo negativo por algunos de los admiradores de Elvis en las zonas fanáticas protestantes de los años 50’ y 60’. Claramente Elvis nunca llevó una vida judía ni hizo ningún comentario al respecto pero sin dudas valoraba y respetaba el origen y la tradición de su madre.

Por Raul Voskoboinik – Extraído de Facebook: «Personalidades Judías de todos los tiempos»

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