Retazo 81
A ambas amigas les gustaba el mismo vestido. Discutieron con ardor, hasta que una de ellas cedió.
La vencedora, una vez en posesión del trofeo dijo: “La verdad es que ya no me gusta tanto”.
Retazo 82
Los dos se sentían como sonámbulos en aquella casa grande; el último de sus pichones también había volado.
Retazo 83
El niño acabó de hacerse un festín en merengues y tortas de chocolate: luego separó la nariz de la vidriera y prosiguió su deambular por la ciudad.
Retazo 84
Cansada de sentirse una muñeca en su casa, Nora da el portazo que sigue clamando desde las tablas, por el respeto hacia la mujer.
Retazo 85
Miraba embelesado las gotas de lluvia que chocaban contra los vidrios de su ventana. Las veía llegar y deshacerse al instante. Despertó de su arrobamiento cuando notó que los muebles nadaban a su alrededor.
Retazo 86
Ellas parlotean animadamente bajo la sombrilla que está en la arena. El sonido acompasado de palmadas, ni las hace advertir que el niño ha caminado perdido.
Retazo 87
Había decidido ser escritor. Se alzó los anteojos, tomó una birome, pero… la hoja permaneció en blanco.
Retazo 88
Ella había cosido los vestidos de novia de sus hermanas menores; en cada uno de ellos puso el amor que no pudo poner en el suyo.
Retazo 89
Esos sillones piden a gritos ser reemplazados por otros más modernos, pero al recordar que fueron realizados por las hábiles manos del abuelo, los dueños de casa no se atreven a cambiarlos.
Retazo 90
Durmió plácidamente durante las largas horas que duró el viaje en avión.
Al despertar se encontró en un destino no esperado. ¡Equivocó el vuelo!