A las siete de la mañana, más de 11.000 centros de voto abrieron en Israel para proceder, por tercera vez en un año, a elegir una Knéset (Parlamento) que logre formar gobierno.

Están llamados a votar cerca de 6,5 millones de israelíes, mayores de 18 años, en un día que se considera festivo nacional y en el que parte del transporte público será gratuito para facilitar el derecho al voto.

Se esperan los primeros resultados de encuestas, a pie de urna, para poco después de las 22.00 horas (hora israelí).

Estas elecciones cuentan con una particularidad respecto a las anteriores: han sido puestos en cuarentena cientos de israelíes por haber viajado a un país (o estado cerca de algún viajero) con Coronavirus, por lo que no tienen permitido ir a votar a sus colegios electorales asignados originalmente.

Para los aislados se han instalado una quincena de tiendas de campaña (carpas) con aislamiento especial, fuera de las cuales serán atendidos por personal protegido y a las que deben acudir sin usar transporte público y depositar su voto usando lapiceras descartables, guantes y mascarillas.

Las encuestas prevén que los resultados no difieran gradualmente de los que se registraron tras las elecciones de los pasados septiembre y abril, ocasiones en las que las formaciones fueron incapaces de pactar un gobierno de coalición.

Los dos principales partidos son el Likud, de Benjamín Netanyahu, y su rival de centro derecha, Benny Gantz. Ninguno puede gobernar en solitario y necesitan pactar para llegar a una mayoría simple. EFE y Aurora

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