Para evitar el aumento en la propagación del COVID-19, y teniendo en cuenta las celebraciones típicas de la festividad de Pesaj, Israel anunció este martes un nuevo toque de queda que prohibirá las concentraciones de personas y los viajes.

El Gabinete de Ministros aprobó esta mañana nuevas regulaciones de emergencia y limitaciones de movimiento en las zonas de mayoría judía. Además amplió las ordenanzas laborales aprobadas la semana pasada.

Desde las cinco de la tarde de hoy (14.00 GMT) hasta las cinco de la mañana del miércoles (2.00 GMT) estará prohibido salir de la vivienda excepto «periodos de tiempo cortos y a una distancia de no más de 100 metros», cuando la salida esté justificada. Además, nadie podrá salir de sus comunidades, excepto para comprar comida, medicinas o productos esenciales que no se vendan en las mismas, en cuyo caso podrá dirigirse a la opción más cercana.

Desde la tarde de mañana hasta la madrugada, dejarán de operar también las tiendas de alimentación, excepto supermercados, que no podrán tener abierta su sección de panadería. Seguirán funcionando, sin embargo, los envíos de comida a domicilio.

El transporte público continuará suspendido hasta la mañana del jueves, y las restricciones laborales, que reducen el trabajo de funcionarios y limitan el número de empleados en las empresas privadas al 15% de la nómina, con un máximo de diez, proseguirán hasta la mañana del próximo domingo (día laborable en Israel). EFE

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