
Con una cifra de afectados moderada comparada con gran parte del mundo (172 fallecidos y poco más de 13.000 infectados), Israel dio por superada la peor fase de la pandemia de coronavirus y empezó una escalonada vuelta a la normalidad.
Las calles en ciudades como Jerusalén, Tel Aviv o Modiin amanecieron ayer con movimiento de vehículos y personas. Ciertas tiendas reabrieron y, también, parte del comercio minorista retomó su actividad después de semanas de fuertes restricciones que llegaron incluso a toques de queda durante los días festivos de la Pascua judía (Pésaj).
En el centro de la parte oeste de Jerusalén, como las calles peatonales Yaffa y Ben Yehuda, se vieron comercios de comida rápida, joyerías, ópticas o tiendas de souvenirs con empleados limpiando y preparando el local para reabrir tras haber cerrado el pasado 15 de marzo. El turismo, sin embargo, tardará en regresar, puesto que los vuelos siguen limitados y el sector está paralizado a nivel mundial.
La gente en las calles aumentó, aunque el movimiento fue menor que en épocas normales, pero incorporando nuevos hábitos de distanciamiento social y uso de mascarillas, tras el anuncio de que serán multados con 200 shéqueles (unos 50 euros) quienes no las utilicen.
Los centros comerciales, donde hay una mayor concentración de gente en un espacio cerrado, siguen sin poder abrir. También se incrementó el flujo de transporte público, que había quedado disminuido con las restricciones.
En las empresas e industria, se permite la concurrencia al 30% de la plantilla, con un máximo de diez personas, pero se podrán emplear a más si cuentan con la «etiqueta púrpura», que se logra de forma «autorregulada». Es decir, se confía en que las empresas se la autoconcedan cumpliendo con la normativa, pero se considerará delito mentir sobre esto.
Para tenerla, los negocios deben designar a un responsable de coronavirus, garantizar que se cumplen las normas de higiene y distanciamiento (dos metros entre personas), toma de temperatura al entrar, facilitar transporte a los empleados, que no haya más de dos trabajadores cada 20 metros cuadrados, cerrar de una zona de negocio si hay algún infectado y prohibir la concentración de personas en cocinas y áreas de descanso.
A nivel familiar y educativo, desde hoy se permite la educación especial en grupos de hasta tres niños, se dejará que hasta tres familias compartan servicios de cuidados a menores y se permitirá a todo el mundo salir a hacer deporte en parejas.
Respecto a la libertad de culto, se amplía a 19 las personas que pueden estar rezando a las afueras de las sinagogas, iglesias o mezquitas, siempre que todos ellos lleven mascarillas y respeten la distancia de dos metros entre ellos.
El ministerio israelí de Finanzas informó hoy que en dos semanas se levantarán más restricciones, siempre que la cifra de infectados continúe estable. «Este es el comienzo, si seguimos viendo tendencias positivas espero que después del Día de la Independencia (29 de abril) podremos reabrir todos los comercios, cumpliendo las nuevas restricciones (de higiene y distancia social)», dijo Shaul Meridor, director de la rama de Presupuestos de ese Ministerio.
También se amplia hoy la movilidad hasta los 500 metros del domicilio, que estaba limitada a 100 y se permitirán las bodas y funerales con menos de 20 personas.
Israel decretó el cierre parcial de la actividad económica, la obligatoriedad de cuarentenas y otras medidas preventivas a mediados de marzo, antes de que el país registrara el primer fallecido, el día 21, y con menos de doscientos contagios. EFE y Aurora
Más noticias de Israel en Aurora.