«Con el apoyo de quienes me acompañan en la Comisión Directiva y del equipo de directores, me propongo a diario gestionar y liderar de manera eficaz y proactiva para dar cumplimiento a la misión altruista que tenemos, que consiste en ayudar al prójimo y fortalecer a la comunidad. AMIA es una organización muy sólida y me honra el hecho de ser su presidente».

Estas fueron algunas de las declaraciones periodísticas que Ariel Eichbaum brindó recientemente, al ser consultado por la labor social que la institución reforzó desde el inicio de la pandemia.

«Estamos trabajando de manera muy coordinada y con el foco puesto en dar respuesta a las necesidades prioritarias. La labor que estamos realizando responde a una estrategia de asistencia integral. Estamos contemplando todos los planos, comenzando por dar solución a las urgencias que presentan las personas que son más vulnerables al impacto de la pandemia: los niños y los adultos mayores», explicó el presidente de AMIA.

«El Servicio Social está atendiendo en forma permanente a personas, cuyas dificultades preexistentes se han profundizado a causa de la pandemia. Para paliar esta situación, diariamente se preparan y envían a los domicilios de los beneficiarios que habitualmente concurren a nuestra sede de Uriburu 650, más de 200 viandas de alimentos y medicamentos, a través de un sistema de distribución planificado especialmente para esta emergencia. También se ha incrementado la línea de subsidios económicos para esta población. Todas las áreas de AMIA se han reconvertido en este tiempo y cada una de ellas -Empleo, Cultura, Educación, Juventud, Sepelios comunitarios, Vaad Hakehilot, etc-, están dando respuestas a las demandas que reciben sus sectores y trabajando muy intensamente».

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