Diego Mereles tiene 22 años y trabaja en la boletería de una cadena de salas de cine, un puesto que logró gracias a la capacitación y a la oportunidad que le brindó el Servicio de Empleo AMIA (SEA).

La suya es una historia de superación y esfuerzo que fue difundida por el medio Infobae, en una nota  en la que cuenta, cómo vive estos más de 100 días de aislamiento social, mientras espera volver a trabajar.

La pausa en la que entró su vida también incluye sus estudios para ser profesor de nivel primario, y su trabajo voluntario, una vez por semana, dando apoyo escolar a 25 chicos en la Parroquia Virgen Inmaculada de Villa Soldati.

Desde el inicio de la cuarentena, Diego entendió que se trataba de otra prueba que tendría que superar con la misma fortaleza que enfrentó y encaró oportunidades que marcaron para él un antes y un después en su vida.

Sus ganas de superarse, su empuje y la claridad de sus metas fueron las primeras cualidades que en el Servicio de Empleo AMIA advirtieron cuando él se acercó en octubre del año pasado para capacitarse y estar mejor preparado para encarar una entrevista laboral.

En el SEA fue recibido por el área de Diversidad e Inclusión Laboral. Allí, Diego tomó un curso intensivo sobre Atención al Cliente, incorporó ideas para armar su CV y para organizarse para buscar trabajo.

A las pocas semanas, desde el SEA le avisaron que había una oportunidad laboral a la que podía aplicar. Se presentó y uno de los puestos disponibles para trabajar en el cine Atlas del barrio de Liniers fue suyo.

La “gran noticia” fue enseguida compartida y celebrada con sus padres y sus hermanos, con quienes vive. Había mucho por qué festejar. A los 18 años, Diego necesitaba trabajar y decidió ir a la costa a vender pochoclos. “La primera vez fui a San Clemente del Tuyú. Fue toda una aventura”, recuerda. “No conocía el mar. Era un mundo nuevo para mí. Las dos temporadas que siguieron también volví a San Clemente, y mi última vez como vendedor de pochoclos fue las playas de San Bernardo y Mar de Ajó en el último verano”.

Diego siempre tuvo claro que el camino para progresar es mediante el trabajo. “Ahora sólo espero pronto volver a trabajar, ver a mis compañeros y poder salir adelante otra vez”, asegura. “No bajar la guardia y como aprendí en el grupo de exploradores al cual pertenecí en mi adolescencia, estar listos para ayudar.”

 

MARCAR LA DIFERENCIA

“Amabilidad con sus pares, superiores y clientes; excelente comunicación, responsabilidad y trabajo en equipo”. Con estas palabras definen sus empleadores las habilidades que demostró Diego desde que comenzó a trabajar.

“La educación, el respeto y la comunicación son tres pilares que tienen como base los candidatos que aplicaron para la búsqueda y que fueron derivados por el SEA”, señala Fernando Castarataro, responsable de Recursos Humanos en Atlas Cines. En sus palabras, el trabajo de capacitación que se realiza en AMIA con cada postulante es esencial a la hora de marcar la diferencia.

“Nos sorprendió que los jóvenes que realizaron el programa del SEA llegaron con convicción y gran interés por el trabajo. Para ellos no era una entrevista más. Los jóvenes incorporaron las herramientas que les fueron brindadas y supieron ponerlas en práctica a la hora de comunicarse. La educación, el respeto y la comunicación son tres pilares que tienen como base”, concluyó.

 

CAPACITACIÓN Y ASESORAMIENTO

Lograr una sociedad más inclusiva, diversa e igualitaria forma parte de la misión del Servicio de Empleo de AMIA. “Desde nuestro sector, nos ocupamos de diseñar y realizar acciones conjuntas con organismos públicos, organizaciones de la sociedad civil y empresas privadas para brindar orientación, capacitación y oportunidades para que personas, como Diego, cuenten con conocimientos y herramientas para insertarse en el mercado de trabajo”, sostiene Ileana Frauman, coordinadora de Programas de Diversidad e Inclusión Laboral.

“Fortalecer a los grupos más vulnerables y lograr que tengan posibilidades concretas de inserción laboral es el gran objetivo que impulsa nuestra tarea porque sabemos que contribuimos a que muchos cambios positivos de vida puedan materializarse”, agregó Gabriela Brunelli, orientadora laboral del SEA.