
Arqueólogos israelíes encontraron, en Jerusalén, un yacimiento vinculado con el reino bíblico de Judá. Se trata de un complejo administrativo y de almacenamiento datado hace 2.700 años, en el que se han encontrado asas de jarra con estampas en hebreo y figuras de arcilla de culto pagano.
Según aseguró hoy la Autoridad de Antigüedades de Israel (AAI), el sitio, ubicado en la actual zona occidental de la Ciudad Santa, es «una estructura inusualmente grande construida con muros de sillares concéntricos», un elemento que señala su relevancia.
Este emplazamiento fue «clave en la historia de los últimos tiempos del Reino de Judá», y se une «a otros sitios clave descubiertos en el área de Jerusalén» que estuvieron ligados a la administración centralizada de esta monarquía «desde su apogeo hasta su destrucción», explicó el doctor Yuval Baruch, de la AAI.
Entre los hallazgos hay unas 120 asas de jarra con impresiones de sello inscritas en hebreo antiguo. Algunas con la inscripción ‘LMLK’, un acrónimo que significa «perteneciente al rey».
Otras incorporan «nombres de altos funcionarios y de personas ricas del Reino de Judá», un símbolo que, según los arqueólogos daba fe de su posición: podrían haber sido individuos con grandes extensiones de tierra, que impulsaban la economía e incluso tenían vasijas en su propiedad.
Es «una de las colecciones más grandes e importantes» de este material «jamás descubiertas» en la región, aseguraron desde la AAI.
Según los directores de la excavación, Neria Sapir y Nathan Ben Ari, el yacimiento sirvió como un centro gubernamental que repartía excedentes agrícolas. También administraba y distribuía suministros en momentos de escasez. El recurso de almacenar alimentos para su conservación en recipientes de cerámica era común en la antigüedad. El complejo también se usó para recolectar impuestos y hacer aceite de oliva y vino. EFE
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