Los festejos son distintos, los encuentros toman otra forma, pero los motivos que nos invitan a destacar determinadas fechas en nuestro calendario, no pasan inadvertidos.

En estos días celebramos el “Día del maestro”. Esta fecha, tradicionalmente, nos invita a preparar un regalo para todos los educadores que acompañan a los niños, niñas y jóvenes en su proceso educativo formal.

Este año, la pandemia, lejos de desdibujar su tarea cotidiana, nos mostró a los docentes en su faceta más creativa, histriónica, trabajadora, esforzada, emprendedora y con la energía para seguir aprendiendo, equivocándose y volviendo a hacer. El trabajo que realizan cotidianamente está siendo más reconocido, tomando valor como esenciales para la formación de los estudiantes y el acompañamiento en su crecimiento.

Damos gracias a ellos, a su esfuerzo y a su hacer permanente.