
El avance de la cepa Delta de coronavirus provocó que el gobierno de Israel estudie imponer nuevas restricciones. Según reportes de ayer, las autoridades limitarían las reuniones sociales y prohibirían el acceso a no vacunados a ciertos lugares.
El gabinete sanitario se reunirá mañana para tratar este tema urgente por la rápida propagación del virus. El aumento de casos diarios se elevó a 300, algo que podría subir a 1000 en dos semanas si no se toman resoluciones velozmente, según advierten especialistas.
Israel ya tomó medidas de antemano. Entre ellas, están la cuarentena más estricta a los recién llegados y uso de barbijos en interiores. A su vez, el criterio se enfoca en sitios donde se aglomeren ancianos y niños, por lo que con el Pase Verde se buscará evitar que los no inoculados circulen allí.
Por otro lado, otra decisión sería obligar a padres vacunados de niños con COVID positivo a quedarse en sus casas. El tiempo de cuarentena temporal se daría hasta que sus hijos den negativo. Según el Ministerio de Salud, más de 60.000 personas se encuentran en cuarentena a nivel nacional.
En palabras del director general saliente Chezy Levy, también se nota un crecimiento de hospitalizados por COVID. Afortunadamente, los niveles siguen siendo bajos. 2.438 son los internados y solamente 34 de gravedad.
Por último, en cuanto a las vacunas a aplicar, más de 5 millones de personas recibieron una dosis. Casi la misma cantidad ya se inocularon con el esquema completo.
El dato saliente es que 1,4 millones de dosis vencerán a fin de julio, las cuales se esperan usar antes del viernes 9 en jóvenes de 12 a 15 años. Frente a esto, el gobierno también estudia realizar acuerdos con otros países.
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