
El mandatario argentino Alberto Fernández recibió, el miércoles 14 de julio en la Casa Rosada, a las autoridades de AMIA, en el marco de un nuevo aniversario del atentado terrorista.
En la audiencia estuvieron presentes el secretario de Culto Guillermo Olivieri, el presidente de la institución Ariel Eichbaum; el secretario general Darío Curiel; el tesorero Alberto Chaieno, y el director ejecutivo, Daniel Pomerantz.
“Repasamos temas de agenda, hablamos de la impunidad y de cómo la causa AMIA sigue siendo un dolor y una herida abierta para la sociedad argentina”, sostuvo el presidente de la entidad, al finalizar el encuentro que se extendió por más de una hora y media.
En la reunión también se hizo referencia a diferentes iniciativas que los Estados pueden asumir en la lucha contra el terrorismo, y en medidas específicas que se pueden adoptar contra quienes están sindicados por la Justicia argentina de haber planeado y ejecutado el atentado.
“En aras de poder ser proactivos, necesitamos que las alertas rojas se activen, que se pueda hacer un seguimiento a los acusados cuando salen de su país, de Irán, que no puedan moverse libremente por países que los protegen, que puedan ser finalmente extraditados para comparecer en los estrados judiciales argentinos”, señaló Eichbaum luego de la reunión.
“SUEÑOS QUEBRADOS”
Durante la audiencia en Casa Rosada, se descubrió una placa que forma parte del proyecto “Sueños Quebrados”, una acción de recordación de AMIA, que tiene como fin generar una señalética para el ejercicio de la memoria, en distintos lugares a partir de los sueños no realizados de las víctimas fatales del ataque del 18 de julio de 1994.
La placa descubierta, en el marco de la audiencia, simboliza el sueño que tenía Sebastián Barreiros (5), quien murió como consecuencia de la explosión del coche-bomba que se incrustó frente a Pasteur 633.
“Sebastián Barreiros (5 años) le dijo a su maestra que cuando fuera grande iba a ser presidente para pagarle mucha plata a los jubilados”, se puede leer en la placa, que aspira a mantener viva la memoria y el reclamo de justicia por cada una de las víctimas.