
El primer ministro Naftali Bennett dirigió un simulacro nacional para poner a prueba los preparativos de todo el país ante la aparición de una posible «nueva variante letal del COVID-19».
El ejercicio, dirigido por el director de Defensa Civil del Ministerio de Defensa, el general de brigada Moshe Edri, se celebró en el Centro Nacional de Gestión de Jerusalén, diseñado para la gestión de crisis a escala nacional.
Entre los participantes están los directores generales de los ministerios, representantes de las agencias profesionales, el director del proyecto nacional de coronavirus y el director del Servicio de Salud Pública. También dijo presente el presidente de la Comisión de Constitución, Derecho y Justicia de la Knéset, y representantes del Consejo de Seguridad Nacional y de las FDI.
«El Estado de Israel está en una situación excelente. Hemos vencido la cuarta ola y estamos en camino de salir de la variante Delta. Sin embargo, al mismo tiempo, siempre estamos mirando hacia adelante y preparándonos para la continuación de la campaña. No estamos «cerrando la tienda». Tampoco estamos cerrando los sistemas de gestión y el orden de batalla contra el virus. Al contrario, seguimos haciendo simulacros y desafiándonos a nosotros mismos. Mientras la situación del coronavirus en el mundo se deteriora, Israel está seguro y protegido. Para mantener esto, y para salvaguardar la continuidad de la vida normal, debemos seguir vigilando de cerca la situación y prepararnos para cualquier escenario», explicó Bennett antes del simulacro.
Para simular una situación real, el ejercicio se desarrolló en tres sesiones que simularon el paso del tiempo entre los distintos escenarios. Se abordaron aspectos políticos, sanitarios, jurídicos, económicos y de seguridad a lo largo del simulacro.
Más noticias de Israel en Aurora