
La Universidad Ben Gurión se convirtió en la primera institución de Israel en optar por una política de inversiones para luchar contra el cambio de clima. Por esa razón, afirmó que retirará capital de petróleo y carbón por su impacto negativo en el cuidado del medio ambiente.
El comité ejecutivo del instituto lo decidió luego de una revisión de su cartera de inversiones. El total es de tres mil millones de NIS, algo así como 928 millones de dólares, por un año y medio, en respuestas a las demandas de los científicos.
Ellos insisten en que las instituciones académicas deben actuar de forma que reflejen sus hallazgos recientes sobre la crisis climática. Por esto, la universidad está viendo todas sus inversiones para verificar cuánto costará reducirlas y redirigirlas.
“En este punto, hemos dado instrucciones al comité de inversiones para que elabore un plan detallado que indique cómo y dentro de qué período de tiempo podemos cambiar nuestra combinación de inversiones”, explicó Yarom Ariav, presidente del Comité Ejecutivo de la BGU.
Al respecto, añadió: “Dentro de aproximadamente tres años, veremos un cambio sustancial en nuestra cartera de inversiones. Dejaremos de invertir en combustibles fósiles y administraremos las inversiones de acuerdo con la política ESG (medio ambiente, sociedad y gobernanza). Nuestro primer paso será abstenernos de invertir en compañías de petróleo y carbón, y también procederemos gradualmente a desviar las inversiones en gas”.
Y concluyó así: “Como economista preocupado por el futuro de este planeta, creo que este es el camino correcto. Las investigaciones muestran que las ganancias no se han visto afectadas en las empresas que han adoptado políticas ESG. Es una declaración económica y moral. El cambio climático nos afecta a diario, sin que nos demos cuenta. Debemos actuar como parte de una buena política económica”.
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