
Bajo el lema “Cicatrices con historias”, el domingo 17 de julio tuvo lugar el tradicional Acto de Juventud que, cada año, convoca a cientos de jóvenes comprometidos con el pedido de justicia, y con la necesidad de mantener vivo el recuerdo de las 85 víctimas fatales del atentado a la AMIA.
Organizada por La Juventud, la conmemoración realizada a 28 años del ataque terrorista, tuvo lugar frente a la sede de Pasteur 633 y contó con la conducción del presentador, actor y guionista Sebastián Wainraich.
“Muchos de los jóvenes que hoy están acá presentes nacieron después del atentado. No tienen recuerdos vivenciales de lo sucedido, pero su compromiso con la memoria y el reclamo de justicia es constante”, fueron las palabras que Wainraich compartió en el inicio del acto que convocó a 1.200 personas. “Acá estamos para alzar la voz y nunca bajar los brazos frente a la búsqueda de justicia, continuar con el legado de la memoria y recordar a las 85 víctimas”, manifestó.
El acto tuvo, entre sus oradores, a Gabriela Rodríguez, quien perdió a su mamá, Silvana Alguea, cuando tenía 8 meses. Silvana trabajaba en el área Social de la institución y fue alcanzada por la bomba que explotó en la AMIA aquella fatídica mañana.
“Las cicatrices no son solo marcas, son historias, nos remueven todo cada vez que las vemos, cada vez que la tocamos, cada vez que alguien nos recuerda que existen. Hoy recordamos una cicatriz colectiva. Hace 28 años se produjo la herida. La gran diferencia es que nos fuimos nosotros en nuestra niñez tropezando con una baldosa floja, fue terrorismo, y nos marcó a todos”, sostuvo Gabriela Rodríguez.
En la conmemoración, también se escuchó el discurso que preparó la Juventud Judía Argentina, y se proyectó un video que contó con la participación de Anita Weinstein, sobreviviente del atentado, Marina Degtiar y Javier Furman, familiares de Cristián y Fabián, dos de las 85 víctimas fatales de la masacre aún impune contra la AMIA.

A su turno, también subieron al escenario la narradora Elena Santa Cruz, quien compartió con los presentes la lectura del cuento “Una mañana de julio”, escrito por Enrique Melantoni, y el grupo de música del colegio ORT, que interpretó las canciones “La memoria” de León Gieco, y “No se borra”, la pieza musical que creó, a pedido de la entidad, Mateo Sujatovich cuando se cumplieron 26 años del ataque terrorista.
Además, antes del comienzo del acto formal, los asistentes al acto pudieron recorrer los diez stands que diferentes instituciones comunitarias instalaron sobre la calle Pasteur, con diversas propuestas para reflexionar y honrar la memoria de las personas que perdieron la vida en el ataque terrorista.