También llamadas Li-Ion, las baterías de iones de litio son uno de los dispositivos de almacenamiento de energía eléctrica más habituales. Se utilizan en una gran variedad de aparatos, y su descarte en la tierra puede ser peligroso y altamente contaminante.
Estas baterías suelen contener además otros metales, como aluminio, cobalto y cobre, materiales también tóxicos y peligrosos para el medioambiente. Su reciclaje reduce los costos energéticos, además de evitar los incendios y la contaminación de la tierra y los ríos que produce el desecho de este tipo de residuo electrónico.
Es por esto que Israel ya había dictaminado hace dos años una ley para regular el reciclaje de material electrónico. En ella se incluía el tratamiento de este tipo de baterías de iones de litio, muy usadas para las bicicletas y scooters eléctricos. Pero lo cierto es que recién en 2023 se comenzó a implementar de manera efectiva su recolección en el país.
La encargada de distribuir los contenedores es la empresa conocida en Israel como M.A.I. Por el momento se instalaron unidades en las ciudades de Jerusalén y Rishon Lezion. Luego de su recolección, las baterías se envían a una central de clasificación en el norte de Cisjordania para ser acondicionadas para su envío a diversas plantas de reciclaje en Europa.
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