
Por Alejandra Laniado y Romina Soltak
La apropiación por tráfico de bebés es una tragedia que ha afectado a muchas familias en todo el mundo, y Argentina no es una excepción. Durante décadas, nuestro país ha enfrentado el doloroso fenómeno de bebés que son robados o vendidos, privando a los padres biológicos y a los niños de la oportunidad de crecer juntos.
El tráfico de bebés es un delito que involucra la compra, venta o robo de recién nacidos, siendo posteriormente inscriptos como hijos biológicos de sus padres de crianza. En Argentina, este delito se lo relaciona con las apropiaciones ocurridas durante los años de la última dictadura militar (1976-1983) a pesar de ser un negocio ilícito que ha existido durante todos los tiempos históricos de la Argentina.
Los motivos detrás de la apropiación por tráfico de bebés pueden variar. Se conoce la existencia de redes de tráfico de bebés que operan con fines de lucro, aprovechándose de las vulnerabilidades de las madres biológicas; como así también del estado de desesperación que atraviesan parejas infértiles que deciden recurrir a este método ilegal para cumplir su deseo de tener un hijo.
EL DOLOR DE LAS VÍCTIMAS
Las víctimas de la apropiación por tráfico de bebés son múltiples: los padres biológicos, los niños y las familias de crianza involuntariamente implicadas. Para los padres biológicos, la pérdida de un hijo es una herida emocional que puede afectarles de por vida. Muchas madres han luchado incansablemente durante décadas para encontrar a sus hijos y descubrir la verdad sobre su destino.
Para los niños, crecer sin conocer su verdadera identidad y origen puede generar una confusión emocional profunda y un sentimiento de pérdida. Incluso las familias de crianza involuntariamente implicadas pueden verse afectadas, al descubrir que han sido parte de una transacción ilegal y que su amor y cuidado fueron construidos sobre una base de injusticia.
La apropiación por tráfico de bebés es una grave violación de los derechos humanos que ha dejado una profunda marca en la sociedad de nuestro país. La búsqueda de la verdad y la justicia para las víctimas es un deber moral y responsabilidad de toda la sociedad para garantizar la dignidad de las víctimas de apropiación por tráfico de bebés en Argentina.