“No podemos ignorar la historia de terrorismo de Irán, que dura ya varias décadas y que continúa hasta hoy. No debemos seguir permitiendo que el régimen y sus aliados de Hezbollah prosigan su campaña de violencia y terror sin consecuencias”.
Éste es uno de los principales señalamientos que Ted Deutch, CEO del American Jewish Committee, y Amos Linetzky, presidente de la AMIA, desarrollaron en la columna de opinión que, días atrás, difundió el diario estadounidense Miami Herald.
Titulada “Líderes mundiales responsabilizan a Irán del letal atentado contra la comunidad judía argentina”, la nota fue publicada tras la participación de Seyyed Ebrahim Raisi, presidente de la República Islámica de Irán, durante el debate general del 78° período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que tuvo lugar en Nueva York.
Los autores del artículo sostuvieron que se ofreció “ese escenario al líder iraní pocas semanas antes de que expire la prohibición del Consejo de Seguridad de la ONU sobre los misiles balísticos de Irán, ante la negligencia y la inacción de las Naciones Unidas y del mundo.”
En la nota se señala que el Mossad israelí y sus socios internacionales han frustrado 27 atentados iraníes planeados contra judíos e israelíes en el extranjero. “Según el Departamento de Estado de Estados Unidos, el régimen iraní ha planificado y llevado a cabo asesinatos, complots terroristas y atentados en 40 países desde su llegada al poder en 1979”, remarcaron.
Al referirse al atentado terrorista contra la AMIA, Deutch y Linetzky recordaron: “La investigación oficial argentina, dirigida por el fallecido fiscal Alberto Nisman, concluyó en 2007 que Irán fue el autor intelectual del atentado, perpetrado por Hezbollah. Interpol emitió alertas rojas sobre cinco sospechosos, y concedió responsabilidad a los Estados miembros para detener a los presuntos terroristas en sus países. Sin embargo, a algunos de los nombrados por Interpol se les ha permitido ejercer como ministros iraníes y viajar libremente por el mundo sin ninguna consecuencia.”
Con un fuerte llamamiento a la comunidad internacional para cooperar en la búsqueda de justicia, el artículo insta a “trabajar juntos para garantizar que las voces de las víctimas de la AMIA y de sus familias sean escuchadas y que sus recuerdos no caigan en el olvido”.
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