Gracias a un acuerdo entre AMIA y la Fundación León, el proyecto “Aprendiendo en Casa – HIPPY” acompañó, el año pasado, a 120 familias de Tucumán. El programa, que comenzó en esa provincia como una prueba piloto en septiembre de 2019, hoy se desarrolla en los barrios de Horco Molle, Los Vázquez, San José, La Cartujana y San Miguel.
Precisamente familias de estos dos últimos barrios participaron, recientemente, de la entrega de diplomas y de una actividad especial para celebrar el cierre de ciclo del programa de educación no formal, que busca promover el desarrollo temprano de niños y niñas de 2 a 5 años en situación de vulnerabilidad social.
“A pesar del contexto adverso, más de 30 familias lograron sostener el acompañamiento y vínculo con el programa durante 10 meses. Estos hogares hoy disponen de libros de cuentos, cuadernillos de actividades y cuentan con las herramientas para el aprendizaje que les acerca HIPPY. Sin duda este proyecto asegura y reivindica el derecho a la educación de la primera infancia”, expresó Federico Díaz Marino, director de programas en la Fundación León.
Con la irrupción de la pandemia, la iniciativa debió reconvertirse: se reemplazaron las visitas a domicilio por llamados telefónicos o a través de diversas plataformas virtuales, y, de forma mensual, se coordinó la entrega del material en un centro de referencia del barrio.
“Ya conocíamos los excelentes resultados que tiene el programa en los vínculos familiares y en el desarrollo de los chicos. Ahora sabemos que el impacto positivo se mantiene a pesar de la virtualidad”, sostuvo Laura Guardia Mayer, coordinadora de HIPPY en AMIA.
Para dar cuenta de los resultados alcanzados, desde el área de Infancia de la institución y desde la Fundación León se compartieron testimonios de los protagonistas involucrados en el proyecto:
– “La comunicación y conexión que generó con mi hija fue algo increíble. El aprender jugando, contarles los cuentos y que después te los cuenten ellos, siempre estaré agradecida con el programa HIPPY”, resaltó Deolinda del Valle, madre de Julieta (5).
– “Comprobamos que en la virtualidad se pueden crear lazos, más allá de la distancia física. A través de las llamadas logramos generar un vínculo impresionante. Es muy valorable la confianza que pudimos construir con las familias”, indicó Grecia Domínguez, tutora del barrio San Miguel.
– “Durante este año, en el que todas las familias pasaron mucho más tiempo en el hogar, HIPPY fue un facilitador de encuentro entre los adultos y los niños, favoreciendo más espacios de juego e intercambio”, expresó Daniel Bestué, coordinador local del proyecto.